Europa por fin tendrá su granja de cadáveres

"granja de cadáveres"

La primera granja de cadáveres europea se ubicará en Amsterdam y dispondrá de cadáveres enterrados a un metro de profundidad para su estudio

El Academic Medical Center (ACM) de Amsterdam, ha obtenido  permiso para incorporar una granja de cadáveres con el fin de estudiar la descomposición de cuerpos enterrados en un pequeño cementerio forense en su propio terreno.

La investigación ha sido llevada a cabo en cooperación con la Universidad de Amsterdam, la Universidad de Maastricht y el equipo de investigación especial de la Policía Nacional. Su objetivo es el estudio de la ciencia forense y ayudar a la policía a resolver crímenes.

"granja de cadáveres"

El concepto es similar a las ‘body farms‘ de Estados Unidos, excepto que los cadáveres del AMC se enterrarán en fosas superficiales en lugar de dejarlos expuestos en diferentes situaciones. Hace años que en varios países europeos se está solicitando la incorporación de este tipo de cementerios forenses.

Esta granja de cadáveres, la primera de este tipo en Holanda y en toda Europa, en una primera fase tendrá espacio para varias decenas de cadáveres. Los restos utilizados serán de personas que hayan donado su cuerpo para la ciencia.

Desde el ACM apuntan que el primer cadáver se enterrará en unos seis meses. Los cuerpos se situarán a un metro de profundidad o incluso menos, junto a un equipo de medición para monitorizar la descomposición.

El estudio exhaustivo del proceso de descomposición permitirá a la policía ayudar a obtener respuestas sobre la hora de la muerte y las circunstancias que la rodearon.

El cementerio universitario ocupará unos 500 m2 en una zona del recinto del AMC y estará protegido por una valla de tres metros de alto.

Perros detectores de cadáveres y restos humanos

Por el momento no se ha hablado de que los equipos caninos puedan utilizar estas instalaciones para su entrenamiento, algo que ya se viene haciendo desde hace muchos años en las ‘body farms’.

Actualmente muy pocos de estos equipos trabajan con material real por la imposibilidad legal para obtenerlos. Para su entrenamiento utilizan productos que simulan el olor deseado aunque algunos estudios ponen en duda su eficacia.

Otra opción que prefieren algunos es utilizar cadáveres de cerdos, dado que su olor es lo más parecido al del ser humano aunque no exacto. Sin embargo para muchos esta diferencia podría suponer un problema o incluso inducir a errores en el entrenamiento de los canes.

Sin duda esta sería una aplicación más para este nuevo cementerio forense. Poder entrenar en ella permitiría a los equipos caninos trabajar la detección de cadáveres y de restos humanos con material real, lo que indudablemente mejoraría su rendimiento.

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