Buscar personas, ¿cualquier ayuda es válida?

Un tema muy controvertido que ha generado y sigue generando debates. ¿Cualquier ayuda es válida? ¿todo el que quiera ayudar puede y debe ir? ¿es necesario admitir cualquier ayuda, sea de quien sea?

cualquier ayuda es valida

Por Isabel Herrán | PerrosdeBusqueda©

Cuando desaparece una persona o cuando hay una catástrofe, es normal que haya muchas personas dispuestas a ayudar. Eso, en sí mismo, no es un problema. El problema llega cuando esa ayuda se convierte en un elemento negativo para el operativo, para el país que sufrió la catástrofe, para las víctimas e incluso para las personas que ofrecen la ayuda.

En este artículo me voy a centrar en el caso de personas desaparecidas, ya que sobre catástrofes y el famoso turismo de catástrofes lo tratamos extensamente en este otro artículo.

Comienzo con lo qué para mí es verdadero cáncer de este colectivo:

No siempre son fines altruistas lo que mueve a buscar personas

Tertulias Caninas

En el caso de personas desaparecidas, hay dos tipos de estas ayudas que no están capacitadas: quienes sólo buscan notoriedad o por algún interés y quienes quieren ayudar pero no tienen capacidad.

Vamos al primer caso:

Por buscar notoriedad (ego, publicidad…)

Aunque no es agradable escucharlo, esto hay que decirlo porque es real. Hay personas y grupos que van a una búsqueda por buscar la foto o por otro interés. Ni operatividad, ni preparación, ni siquiera una capacidad para poder trabajar con su perro. Pero salir en la foto puede dar notoriedad a quien la busca y la notoriedad incluso ha podido ayudar a vender después formación. Un despropósito y éticamente penoso.

Hay personas que le ponen un peto de «rescate» a su perro y se van a buscar, dicen a todo el mundo que su perro es de búsqueda de personas, van por libre y ni siquiera se presentan al operativo, mucho menos entran dentro de su coordinación. Si salta la liebre se convertirán en héroes con su perro. Si no, se han hecho la foto, ya tienen contenido para sus redes sociales o publicidad para vender sus cursos, incluso por el propio ego. Cada uno tiene sus propios objetivos.

También se han dado casos de «grupos» que aparecen en una zona donde hay un operativo y, engañando sobre su capacidad, se han ofrecido como recurso en una búsqueda. Sólo porque sus perros juegan a buscar personas, se permiten aparecer a ofrecer un servicio tan complicado como exigente. Algunos igualmente buscan cubrir expediente para después venderse o vender su formación. Porque esto vende, es indudable.

Así ocurren casos tan rocambolescos como una persona que se dirige directamente a la familia desesperada por un familiar desaparecido. Les dice que su perro está entrenado y, al registrar la vivienda, determina, por la reacción del perro, que la persona desaparecida ya era cadáver. Afirmaba que sólo le bastó que el animal mostró interés en un objeto de la casa en el que sin duda había fluidos corporales, que así se lo había indicado el perro. Y lo peor, se lo comunicó a la familia y al resto de vecinos. Intromisión, falta de profesionalidad, falta de ética, incluso haber alterado pruebas. Todo muy grave. Pero nadie denunció. Y por descontado, no encontró al desaparecido.

En otra ocasión fue un pseudo grupo que se presentó varios días después de una desaparición y se hizo pasar por un grupo operativo en búsqueda de cadáveres. Pero allí mismo se destapó el engaño, al comprobarse que era falso, que ni era un grupo operativo ni habían entrenado la búsqueda de cadáveres. Y lo peor, que estaban haciéndose pasar por lo que no eran, afirmando haber entrenado con las mismas personas que les interpelaban… pero estas ni siquiera les conocían. Una situación que, además de vergonzosa, también podía haber sido denunciada.

Estos dos casos anteriores han ocurrido realmente, no son imaginados. Y así lo recogíamos en este artículo. Ambos fueron protagonizados por personas que continúan en el mundo del perro de búsqueda, presentándose como algo serio. Pero para mí, no sólo no deberían continuar en este mundo del perro operativo sino que sus acciones deberían haber sido denunciadas y, de demostrarse mala fe, condenadas.

En muchas ocasiones este tipo de actuaciones se parapetan bajo el paraguas de populismos como: «cualquier ayuda es válida», «con tal de ayudar», «encima que ayudan»… Y se disfrazan con un marketing muy bien orquestado, desde la imagen hasta la difusión por los medios. Pueden engañar a quien desconoce el tema, pero a la larga la realidad acaba por desenmascararles.

PerrosdeBusqueda en Youtube

El oportunismo, en todas partes

Por otro lado están los oportunistas que «se apuntan el tanto» que no les corresponde. Esto, por desgracia, está a la orden del día, ha ocurrido siempre. Incluso ha generado algún tipo de confrontación posterior entre grupos o entre civiles y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, por apuntarse el tanto.

Algo tan triste como decir que se ha localizado a una víctima, cuando es falso. Y es que «apuntarse un tanto» cuando hablamos de la desaparición y localización de una persona, ya sea viva o muerta, es vergonzoso y además muy triste. Pero eso por ahora sólo quedará en la conciencia de cada uno, porque cuestionarlo y probarlo es una cuestión complicada. Y además suele recibirse de forma muy negativa. Así que tampoco se denuncia.

cualquier ayuda es valida
Dispositivo de búsqueda de una persona desaparecida (Foto PerrosdeBusqueda)

(Para ser sincera, llegados a este punto no puede dejar de decir que esto de «apuntarse el tanto» se ha hecho también desde unidades profesionales. Y así ha ocurrido en alguna ocasión que, según el medio consultado, la localización la había realizado un grupo diferente).

Entre este tipo de oportunistas se incluyen aquellos que, cuando termina un operativo de búsqueda y conocen el dato de dónde se encontraba la persona desaparecida, alegan en redes y en medios que su perro les llevó justo hasta allí.

Habrá quien diga la verdad, no lo dudo, pero en un caso así, si es un grupo realmente operativo, lo que tienen que hacer es continuar la búsqueda con otro equipo o trabajar con los de genérico en esa zona. O, si no disponen de más equipos (lo que demuestra poca operatividad), deben avisar al operativo para que envíen a otros equipos caninos o a quien corresponda, a continuar el trabajo. Ese es el trabajo de un grupo de rescate, no buscar protagonismos.

El colofón: cobrar por un dudoso servicio

Y después, por si todo esto fuera poco, hay algún grupo que, además de apuntarse tantos que no les corresponden, ha llegado a cobrar por sus intervenciones. Lamentable y seguramente, ilegal.
Partimos de la base de que ya hay grupos en todas las zonas de España, no hay necesidad de recurrir a nadie más. Si alguien se ofrece, es muy loable, pero para pagar algo hay que exigir garantías. Y por ejemplo, ofrecer perros de rastro cuando han pasado varios días de la desaparición es, simple y llanamente, engañar a quien nos está pagando y además, dar falsas esperanzas a los familiares. De muy dudosa calidad ética.

Buena voluntad pero desconocimiento e incapacidad

Y llegamos al segundo punto: cuando hay verdaderas ganas de ayudar pero se desconoce lo que es la operatividad.

Esta es una de las situaciones que más se dan en este tipo de búsquedas. Dado que no hay regulación, todo queda en ser activado o presentarse a un operativo. De no ser activado o de no estar operativos, nuestra recomendación es: no ir. Es lo más profesional que podemos hacer. O, en todo caso, ir como uno más (ver último punto del artículo).

Pero ¿qué es eso de la operatividad?

Muy sencillo: disponer de todo lo necesario para poder acudir a una intervención y ser eficaces en el desempeño de nuestro trabajo. Y también no convertirnos en un problema para quien nos recibe:

– grupo perfectamente coordinado y estructurado: jefe de grupo, equipos caninos, auxiliares, incluso un veterinario. (Por libre y solos, ver último punto de este artículo)
– formación, entrenamiento continuo, bajo un programa progresivo y eficaz
– logística: personal, equipamiento, herramientas, suministros, comida bebida, botiquín, etc…
– varios equipos caninos capacitados y operativos. Ir a probar con un perro es ofrecer falsas expectativas a la familia, confunde al resto de intervinientes. Y además, no es apropiado para el desarrollo del entrenamiento del perro, que debería seguir un programa adecuado a su nivel.

¿Y qué no es operativo?

  • Un grupo formado por un equipo canino no es un grupo operativo
  • Un grupo que sólo entrena con uno o dos figurantes sin experiencia y siempre los mismos, no puede ser operativo
  • Un grupo que entrena de cuándo en cuándo, aunque entrene mucho en otras disciplinas con perros, no puede ser operativo
  • Un grupo que entrena en grandes áreas no es operativo en escombro, ni en avalancha de tierra o nieve. Lo mismo se aplica a cada especialidad. Porque hay que entrenar cada especialidad hasta el nivel operativo.

Todo lo que se sale de estas premisas es ir a probar suerte. Y si se deja claro que no se va como grupo, que no tenemos un perro operativo, que no hemos entrenado esta especialidad, que vamos a probar suerte, todo perfecto. Pero de ser así, hay que evitar todo tipo de uniformidad, rotulaciones, nombres y publicidad. Porque de lo contrario, se están dando falsas esperanzas a muchas personas. Y se está vendiendo algo que no es.

Escuela de Guías Caninos

¿Entonces no se puede ayudar si tengo un perro?

Claro que sí, pero como cualquier otro ciudadano. O te pones a las órdenes del operativo y vas donde te indiquen, con tu perro atado y sin más. O, si no estás en una zona de búsqueda ni molestas a nadie, te das un paseo por allí, simplemente poniendo atención a tu alrededor. Y sobre todo, como siempre, no arriesgando tu seguridad lo más mínimo, porque si te pasa algo, te conviertes en un problema añadido para el operativo.

Y sin uniforme, ni peto en el perro, ni diciendo que es un perro de búsqueda, ni saliendo a cámara a contar que estás allí con tu perro que sabe buscar, ni muchos menos decirle nada a familia o amigos. Sencillamente, no debes interferir en el operativo, ni mucho menos aprovechar la situación para tu beneficio.

Pero… ¿qué problema hay si alguien va con su perro a buscar a una persona desaparecida?

Varias cosas:

  • Que interfiera en el trabajo de otros equipos caninos, molestando, distrayendo o incluso podría ocurrir que ataque a un perro que está trabajando.
  • Que contamine la zona de búsqueda. Y cuanta más contaminación, más complicado para los equipos caninos operativos.
  • Que el guía se accidente y haya que ir a buscarlo, generando más problemas a los ya existentes porque hay que utilizar recursos para ayudarle

Si alguien quiere ir con su perro a una búsqueda, tiene que tener claro que va de paseo, con el perro atado y siempre bajo la coordinación del dispositivo. NADIE debe buscar por libre.

Si no hay otra cosa, es decir, si no hay nadie buscando (que eso no pasa, al menos en España), entonces puede ir quien quiera, pero siempre cumpliendo la ley, claro. Y entre otras cosas, no está permitido llevar a los perros sueltos en muchos sitios, incluido el campo.

En una operación a corazón abierto no interviene un médico de familia o un traumatólogo o un enfermero o alguien que pasaba por allí, con tal de ayudar, porque el cirujano no ha llegado

Conclusión

Para mí el principal problema aquí radica, primero en la falta de regulación. Y segundo, en algo que vemos todos los días: la falta de criterio a la hora de conocer las necesidades de un equipos/grupo canino de búsqueda de personas. Porque con los perros de búsqueda (y también de detección), se ven resultados en poquitos días. En cuanto el perro entiende el juego, le encanta porque está en su naturaleza, porque nació sabiendo buscar con su olfato. Y si no se tiene un criterio bien formado, eso se confunde con operatividad.

¿Todo vale con tal de ayudar? No. En una operación a corazón abierto, si no está el cirujano especialista, se espera. No interviene un médico de familia o un traumatólogo o un enfermero, o alguien que pasaba por allí, a ayudar, porque el cirujano aún no ha llegado.

Aquí es igual. Hay vidas en peligro, la de las víctimas y también en este caso la de los rescatistas y con ellos, las de los que tendrán que ir a ayudarles si les pasa algo.

DBF

Seguimos sin regulación pero cada vez hay más grupos

Ya se han realizado varios intentos para conseguir una regulación pero no parece que desde los altos estamentos haya mucho interés. Sin embargo siguen apareciendo más grupos de rescate. Unos alegan ser operativos sin serlo o sin saber que no lo son. Otros que admiten no serlo pero que igualmente van a operativos porque con tal de ayudar…

Y me veo obligada a hablar de otra cuestión que, si bien debería haber servido para mejorar, lo cierto es que ya ha generado muchas dudas y problemas en este sentido. Y es que ahora algunos de estos grupos van activados y amparados por alguna asociación que, sin querer, les está otorgando una profesionalidad de la que carecen. No se les ha exigido nada más que un nombre y querer estar. Y así se están viendo incluso acrecentados los casos que se exponen en este artículo que, de no atajarse, podrían desembocar en algo bastante peor.

No es agradable hablar de todo esto, pero está ocurriendo. No hablarlo no lo va a evitar, continuará ocurriendo. Y si lo ignoramos estaremos aceptando unas actuaciones que podrían ir directamente en contra de la seguridad y de la vida de las personas. Y entonces seremos cómplices.

Autora: Isabel Herrán | Perrosdebusqueda ©
Este artículo es mi opinión. Y esta opinión está basada en 20 años como guía de perros de búsqueda de personas, en operativos reales. Y en muchos más años de estudio constante sobre el tema.
‘Hasta que no haya una regulación, esto seguirá siendo una jungla’

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