Un perro policía en la Universidad para luchar contra el uso de drogas en el campus

La Universidad de Mississippi invierte en una unidad canina para combatir el creciente uso de drogas en el campus
drogas en el campus
El uso de drogas en el campus se ha incrementado en más del doble durante los últimos años. Para combatir este creciente problema, el Departamento de Policía Universitario de Mississippi ha añadido un elemento en su equipo, un pastor belga malinois llamado Dios.

Dios es un perro policía de un año que procede de Denver, Indiana. Tendrá un papel determinante en los esfuerzos del departamento para que disminuya el consumo de drogas en el campus, sobre todo en las residencias y en los aparcamientos.

Durante el año académico 2014-2015 hubo 89 casos de arresto, mientras que en 2015-2016 se reportaron hasta 161 casos. Es alarmante el número de quejas o detenciones en los vehículos estacionados o de gente que se encontraba en el aparcamiento de las residencias de estudiantes.

Dios y su guía, Justin Watson, sólo acudirán a las llamadas que se reciban desde el campus. No realizarán registros sorpresivos en las residencias, sino que la unidad se centrará en las demandas concretas de la comunidad.

Un agente canino en el campus

Dios fue nombrado ayer agente de policía como parte de los esfuerzos de conseguir transparencia en la comunidad. Según su guía, es muy importante que tenga el mismo trato que el resto de funcionarios. Su objetivo es educar a la comunidad acerca de lo que es y lo que no es una unidad K9.

El programa recibió la aprobación de la universidad y del Consejo Directivo Familiar de Ole Mississippi. La pregunta inicial fue ¿realmente necesitamos un perro detector de drogas en el campus? Y, dado el problema creciente en cuanto a los casos de droga, decidieron que había que hacer lo que fuera necesario para eliminar la droga del campus.

A la hora de seleccionar el perro, la policía universitaria se centró en el temperamento del perro, su conducta y su personalidad. El perro debía ser capaz de realizar su trabajo correctamente en espacios reducidos e interactuar con los estudiantes.

Dios es un perro muy amigable y le encanta trabajar. Se le puede acariciar y es algo que provoca que los estudiantes vean en él un aliado, más que un enemigo. Y así, puede hacer su trabajo de forma eficiente y sin que suponga una amenaza para nadie. Ahora tienen en el campus un perro detector de drogas que acude a actos oficiales de la comunidad. Se ha convertido en su embajador y, a la vez, en un agente a su servicio.

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