El show de Frida debe acabar

El show de Frida, la famosa perra rescatista mexicana, debe acabar. La perra podría estar pagando las consecuencias de una fama desmedida y, en algunos aspectos, infundada. No es sano, ni es real, hacer a los perros héroes, pero aún es hacer negocio en torno a ellos

Sin duda todos hemos oído hablar de Frida, la perra rescatista de la Secretaría de Marina (SEMAR) que trabajó en las labores de rescate tras el terremoto. Los medios nos han bombardeado literalmente con noticias e imágenes de Frida. Por desgracia todo esto podría estarle pasando factura a este pobre animal, que podría estar sufriendo las consecuencias de una desmedida fama que le llegó por el simple hecho de ser un perro de rescate.

No son héroes

Un perro de rescate no es un héroe. Tampoco lo es un guía canino. Guías y perros, juntos, forman binomios entrenados para la localización de víctimas sepultadas tras una catástrofe, como fue el caso del terremoto de México.

Estos binomios se entrenan durante toda su vida para afrontar este tipo de situaciones y lo que nunca debería olvidarse es que ninguno es protagonista. O todos lo son porque todos están allí para lo mismo: buscar supervivientes bajo los escombros.

El rescate con perros es una dura disciplina y en este tipo de situaciones lo que menos se necesitan son héroes. Esto no es una película ni se trabaja para ganar medallas. La labor de un binomio de rescate es atenerse a lo que exigen las circunstancias. Forman parte de un grupo, dentro de un operativo y se limitan a trabajar en la zona asignada para determinar si allí hay víctimas o no. No hay más.

Marketing en torno a Frida

Textos sobrecogedores, cifras infladas, fotos impactantes hasta con poses, murales, cuadernos de coloear, pins, emojis…. El bombardeo ha sido impresionante. Pero eso no es perjudicial, más allá de quien haya querido montar su negocio en torno a algo tan serio como los perros de rescate. Incluso es una buena noticia porque da a conocer la magnífica labor de estos equipos caninos.

Lo preocupante es que hemos podido ver cómo se sometía a Frida a un continuo posar para las cámaras. Lo vimos en el mismo terreno de escombros tras el terremoto y lo seguimos viendo ahora.

Ha pasado casi un mes y aún nos siguen llegando las noticias de esta famosa perra de rescate y sus compañeros caninos. Se han organizado sesiones fotográficas, hasta desde la propia SEMAR, donde cientos de personas hicieron cola para fotografiarse con Frida.

Pero hay algo mucho más preocupante…

¿Heroina u objeto propagandístico?

Nos ha tocado el papel del niño del famoso cuento ‘El Traje nuevo del Emperador’ pero como página especializada en perros detectores, nuestro deber es explicar nuestra opinión y lo que observamos en esta cuestión, desde un punto de vista técnico.

El show de Frida y la ‘campaña de marketing’ empieza ya desde el mismo escombro, en el lugar de la catástrofe. Sólo dos días después del terremoto nos llegaba este pequeño vídeo donde se nos presenta a una maravilla de perra de rescate llamada Frida.

Lo que ahí se puede apreciar, lejos de las heroicidades que nos están vendiendo, es que Frida casi ni puede subir al escombro. Ni siquiera parece cómoda con todo el equipamiento que le han colocado. Botas, chaleco protector, gafas… muy bonito todo pero a Frida la tiene que ayudar su guía a subir al escombro. Ese animal no se mueve bien, no puede trabajar bien (esperemos que fuera por toda esa cantidad de cosas que le habían colocado y no por otra razón). Y peor aún, con esa mala movilidad, estaba expuesta a sufrir un accidente.

Eso no es un perro de rescate trabajando en un escombro. Eso es una puesta en escena creada en torno a la figura de ese pobre animal, por publicidad, por crear noticia o por las razones que tuvieran quienes la llevaron a cabo. No hay más que ver después las escenas de guía y perro caminando por las calles y la perra con toda la parafernalia encima o subida en un vehículo, desfilando entre aplausos.

Sin movilidad y autonomía no hay perros de rescate

Cierto es que la escena del trabajo de Frida es muy corta y no se puede observar mucho o quizás se trate simplemente un vídeo publicitario, pero entonces debería explicarse y no ofrecer una imagen que no favorece en nada a la imagen de una especialidad en la que hay tanta gente implicada que hace las cosas bien.

En este otro vídeo podemos ver cómo trabaja otro perro de búsqueda de personas en esa misma catástrofe. El perro no lleva botas, ni gafas, ni chaleco, ni collar. Y no necesita a su guía al lado, al contrario, su trabajo debe ser a distancia, cubriendo la mayor cantidad de zona posible.

No sabemos el nombre de este perro, ni el de su guía. No se le han hecho millones de fotos, ni emojis, ni se pide que se le hagan estatuas. Tampoco sabemos si encontró una, diez, cincuenta o ninguna víctima. Ese es su trabajo y su recompensa es saber que lo han hecho bien. Y, a la vista está, su desempeño está a años luz de la movilidad de la «perrita héroe».

Que acabe ya el show de Frida

Quizás ha llegado el momento de detener esta locura. Frida es un perro. No sabe nada de fotos, vídeos, noticias, héroes o medallas. Ella trabaja porque está entrenada para ello y disfruta con su trabajo porque para ella, encontrar una persona significa obtener una recompensa. Eso es todo.

Lo que Frida y sus compañeros, caninos y humanos necesitan tras una intervención como la del terremoto de México, es descanso. Y después, poco a poco retomar sus entrenamientos para seguir estando preparados por si tuvieran que volver a intervenir.

Hay que reciclarse, volver atrás y retomar el entrenamiento. Lo último que estos equipos necesitan es estar sometidos a sesiones fotográficas interminables, a posar con sus fans o a cualquier cosa que no sea llevar una vida tranquila y seguir con su trabajo.

Ya son muchos los que piden descanso para Frida y sus compañeros y que dejen de exponerla de esa forma. Esperemos que esta pequeña de cuatro patas y del resto de perros de esta unidad puedan descansar como merecen.

ACTUALIZACIÓN 16/11/2022:
Frida fallece en noviembre de 2022 con 13 años. Estaba jubilada desde 2019. Por fin descansa en paz.