Prisas y perros: agua y aceite

Como agua y aceite, las prisas y el trabajo con perros no se deben mezclar. En cualquier disciplina de detección muchos de los errores vienen por tener prisa en avanzar

agua y aceite

Por Jaime Alonso Borde | PerrosdeBusqueda

Todos los que nos rodeamos de perros, muchas veces hemos tenido la consulta o hemos recibido el comentario de que en cuanto tiempo se puede conseguir que el perro detecte o encuentre esto  o lo otro. Poniendo de premisa principal el tiempo que se debe invertir y que cuanto menor sea este y más rápido le enseñemos al perro mejores guías o adiestradores seremos.

Hace un mes aproximadamente pude asistir a un seminario de fin de semana, de búsqueda y detección de trufas y setas pero que no son transcendentes en este momento ni objeto de este artículo.

Buen seminario, buen ambiente, perros y un buen fin de semana disfrutando del respiro que nos dio la mala climatología, junto con nuestros compañeros de cuatro patas. Pero al finalizar el seminario, el último día, hubo algo que me llamó especialmente la atención. En las últimas horas hubo gente que se olvidó un  poco de lo principal, divertirse con su perro, para centrarse quizá de manera inconsciente, en el intento y el ansia de encontrar tan codiciados hongos y setas.

agua y aceite

Terminando el seminario… ¡quiero empezar ya!

Comenzaron las prisas y, por más que la formadora estuvo insistiendo en que era un seminario cortito de dos días únicamente y  que para lograr el objetivo era necesario un gran trabajo detrás, algunos compañeros comenzaron a apretar el acelerador para logra el “supuesto” objetivo. Lo denomino así porque el mío, al menos, además de aprender algo nuevo, era disfrutar  de un tiempo divertido con Argi, mi perro.

Lógicamente son dos días, unas pocas horas en las que muchos de nuestros perros e incluso nosotros llegamos a saturarnos y a colapsarnos. Es muy poco tiempo para que se realice una tarea de búsqueda y detección a pesar de que algunos de nosotros (los de dos y los de cuatro patas) ya teníamos alguna experiencia en este mundillo de la detección.

Generalmente, en estos seminarios o fines de semana lo que se pretende es sentar las bases. Nadie puede asistir a un evento de este tipo esperando que salgamos de allí siendo capaces de detectar o encontrar nada de nada. A pesar de que nos lo dicen y nos lo recalcan los instructores, compañeros y amigos, por activa y por pasiva, nos cerramos e intentamos correr y acelerar el trabajo de días, semanas, meses o incluso años, en unas pocas horas…

Los que hacemos algún tipo de trabajo de detección, ya sea por trabajo, deporte o simplemente hobby por pasar un rato divertido con nuestro perro, somos conscientes de que en detección, sea cual sea el trabajo que se realice, las prisas no son buenas compañeras.


La detección y las prisas: agua y aceite

En el adiestramiento en general y en los ejercicios de detección en particular, podemos comparar las prisas con el agua y el aceite. Ni estos elementos pueden mezclarse ni el trabajo con los perros puede mezclarse con las prisas.

Un buen trabajo de asociación de olores va a ocuparnos al menos durante tres o cuatro semanas con tres sesiones diarias de unos 10 o 15 minutos cada una.  Y eso sería solamente el principio. A partir de ahí aparecerían un motón de variables que deberíamos contemplar.

En el caso que nos ocupa, podemos imaginarnos con la cantidad de olores que pueden encontrarse nuestros perros en el monte, como para simplemente intentar que con un fin de semana o una semana de trabajo básico de asociación, pretender que nuestros compañeros sean capaces de realizar un buen trabajo de búsqueda.

agua y aceite

Si bien es cierto que ciertos hongos y setas tienen un olor muy característico e intenso, la cantidad de olores “interesantes” que pueden aparecer en estos ambientes pueden hacer que un trabajo de asociación pobre de al traste con nuestras ilusiones y expectativas. Más allá que lo más importante es pasar un buen y divertido rato  con nuestro perro.

En este seminario no sólo solo aprendimos cómo realizar la asociación o al menos métodos distintos e interesantes para mí, de cómo realizarla ni dónde o cómo localizar lugares donde pueden aparecer estos “manjares” sino también la gran paciencia que tienen nuestros compañeros perrunos con nosotros.

Además, se me grabó a fuego la premisa que encabeza estas líneas, que las prisas y los perros son como el agua y el aceite, que no se pueden ni deben mezclar nunca.

Sobre el autor: Jaime Alonso Borde

Formador de guías caninos de seguridad privada, acreditado por el Ministerio de Interior
Consultor y Profesor de Prevención de Riesgos Laborales, Seguridad privada, Lucha Contra Incendios y Primeros Auxilios para empresas con distintas actividades y en diversos Centros de Formación de Vizcaya Guipúzcoa, Álava y Cantabria, y formador para distintos cursos y materias para programas del Servicio Vasco de Empleo (Lanbide) y  Servicio Cántabro de Empleo (Emcan)
Director de Seguridad y Jefe de Seguridad  acreditado por el Ministerio de Interior
Perito Judicial en Seguridad Privada, Prevención de Riesgos Laborales e Incendios, como profesional independiente

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