Azabache, un labrador del Ejército colombiano, fue alcanzado el pasado miércoles por el estallido de un artefacto explosivo cuando pasaba junto a un grupo de militares por el caserío Patio Bonito, en el departamento de Cauca.

Los soldados acudieron de inmediato a socorrer al perro, al que prestaron los primeros auxilios y fue trasladado en helicóptero a un centro veterinario en Cali, donde los veterinarios determinaron que la onda explosiva le había causado heridas internas que le provocaron la muerte.

Con la jubilación cerca

Azabache llevaba tres años desempeñando su labor como perro detector de explosivos para el Ejército colombiano y ya sólo le faltaban dos años para jubilarse. Formaba parte de los 450 perros del escuadrón antiexplosivos de la Tercera División y ya había sido reconocido por su desempeño, logrando la localización de gran cantidad de explosivos y salvando la vida a sus compañeros humanos en anteriores ocasiones.

El jueves, Azabache fue despedido en una ceremonia militar y sepultado cerca del puesto de mando de la Fuerza de Tarea Apolo en el Cauca.