Los perros que ayudan a encontrar minas en Sudán

Estos perros ayudan a limpiar zonas de minas en Sudán, donde miles de personas han perdido la vida o han sido mutiladas por culpa de estos artefactos

minas en SudánKhartoum, Sudán. Enfocado y determinado, Marco olfatea el suelo arenoso. Camina cuidadosamente por la zona designada y al final de su larga correa le sigue Omar, que se mantiene fuera de la cinta amarilla que marca el límite. Después de varios minutos, Marco empieza a olfatear alrededor de un punto fijo. Con seguridad, olfatea y luego se sienta. Ha encontrado una mina terrestre.

Después de señalizar punto, Omar saca una pelota de su bolsillo especialmente diseñado, una especie de red cosida a su equipo de protección. De pronto, Marco se transforma. Pasa de ser un profesional contenido a un perro juguetón, sale corriendo alegremente de la cuadrícula y se lanza a los brazos de Omar.

Desde 3.000 hasta 40.000 dólares

Marco es un cruce de rottweiler con pastor alemán, de 7 años. Este demostración es solo un pequeño enfoque de los proyectos que se están llevando a cabo con los perros detectores de minas en Sudan.

El Dr. Muiz Ali Taha empezó a trabajar en 2008, después de graduarse como cirujano veterinario, en el departamento de comunicaciones de la oficina de Acción contra las Minas de la ONU.

«Mientras trabajaba, me di cuenta que una manera de limpiar el terreno de minas era utilizando perros. Entonces empecé a investigar sobre el tema, recogiendo información y valorando la posibilidad de introducir este método en Sudán», dice Muiz.

Habiendo entrenado perros desde que tenía apenas 14 años, sabía qué buscar cuando viajó a Sudáfrica en 2006 para empezar a importar los perros. Comprados en granjas en Pretoria por 3.000 dólares, estos canes completan su entrenamiento en una base militar en Al-Elafoon, a las afueras de Khartoum. Una vez finalizado su entrenamiento, su valor es de 40.000 dólares.

minas en SudánLa señal: una bandera roja

Cuando un perro detecta una mina, ese punto se marca con una bandera roja. Una vez que la zona ha sido totalmente chequeada y señalizada, aparece un desminador con herramientas específicas. Cava en cada punto, detona y extra la mina. Hay un desminador por cada dos perros.

Durante su entrenamiento, los perros deben registrar cincuenta zonas acordonadas. La mitad de las cuadrículas contienen un número de minas detonadas y la otra mitad se dejan vacías para asegurarse contra los falsos negativos. Algunos perros están preparados para trabajar con apenas seis meses, siendo ya capaces de asegurar una zona de 1.200 m² en dos horas.

«Desde 2011 a 2015, hemos trabajado en ocho proyectos, la mayoría relacionados con el desarrollo. Se solicitaba el desminado a través de los perros porque necesitaban asegurarse de que la zona estuviese despejada y regresasen rápidamente», aclara Muiz.

Salvando a los niños

Las minas terrestres y los restos de explosivos son un grave problema en Sudán. Según el Servicio de Acción contra las Minas (UNMAS), en Sudán se pueden encontrar en 235 lugares del país. Han sido responsables de la muerte y mutilación de 2.000 personas desde 2002 y alrededor de la cuarta parte eran niños.

Muiz y sus perros han trabajado por todo Sudán. Un proyecto en Girgir, Kassala -al este de Sudán, limitando con Eritrea-, fue solicitado debido a unas circunstancias muy trágicas. La causa fue una mujer que se encontraba en la parte trasera de un camión. Estaba de parto y cuando finalmente llego al hospital, por el camino más largo pero seguro, había fallecido.

A mediados de las noventa, Girgir era una base militar para los grupos locales de la oposición en la Segunda Guerra Civil sudanesa. Los combatientes minaron la zona contra las fuerzas del gobierno. Durante casi dos décadas, para poder llegar al estado de Kassala, los habitantes de Girgir tenían que realizar  una ruta de dos horas y media a través de las montañas, para evitar las minas.

minas en SudánReliquias de la Segunda Guerra Mundial

Algunas de las minas encontradas en Kassala se remontan incluso hasta la Segunda Guerra Mundial. En esta época, Sudán era una antigua colonia británica que participaba en la campaña del África Oriental  contra las fuerzas del Eje procedentes de Italia. Aunque se van limpiando grandes superficies de tierra, se cree que los 32 km² que quedan están afectados por las minas.

Omar Salih, el guía canino de Marco, tiene 21 años y fue entrenado por Muiz desde los 17. Conoce de primera mano la importancia de su trabajo.

«He visto accidentes terribles, dice Omar. Gente que no tiene la más mínima idea de minas, saltar por los aires. Es escalofriante ser testigo de algo así pero nos inculca un sentido del deber de seguir limpiando zonas».

A pesar de los tremendos peligros de trabajar con las minas, Omar tiene total fe en los animales con los que trabaja. «Me fío más del trabajo de mi perro que de una máquina detectora de minas. Una piedra o una pila gastada pueden llevar a errores de cálculo pero un perro trabaja con conciencia. Me pasearía con total confianza por una zona desminada por un perro.

Fuente y fotos: CNN
Traducción: Maria Luisa Santos

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